El pasado 07 de junio la canta autora mexicana Julieta Venegas brilló frente a un colmado Gran Rex, presentando su más reciente material discográfico Los Momentos.

 

Dijo La Rolling Stone:

10.06.2013

Julieta Venegas en el Gran Rex: cuestiones del corazón

La cantante mexicana presentó Los momentos en el teatro de la calle Corrientes;

 

Muchas chicas, en todas las franjas de la pubertad. Niñas y posadolescentes a granel. Parejas de géneros múltiples. Y bastantes familias. El público de Julieta Venegas es extenso y especial a la vez. Pero casi no tiene lo que abunda en muchos recitales de rock: hombres solos. El pop suele alimentar prejuicios, más aún si abarca cuestiones del corazón. Y muchos no se le animan a la cantautora mexicana sin la excusa de «acompañar» a la esposa, la novia o la hija. Mientras tanto, ella tiene una buena excusa para volver a Buenos Aires: presentar las canciones de su sexto álbum de estudio, Los momentos, editado en marzo de este año. El entusiasmo se vive de ambos lados: a ella se la ve realmente emocionada, y la audiencia está feliz de tenerla ahí arriba del escenario.

Arranca con el primer tema del nuevo disco, «Hoy»: una melodía tersa, algo amodorrada, en clave lounge, ideal para entrar en calor. Julieta toma su acordeón y despabila a la audiencia con «Bien o mal» (corte de su trabajo anterior, coescrito con Ale Sergi). Y los aplausos retumban, sobre todo por lo que sigue: la balada pop «Limón y sal». Las novedades, como «¿Por qué?» y «Te vi», se intercalan con clásicos, como «No hace falta» y «Sería feliz» (acá con el primer invitado: Coiffeur). Y eso mantiene al recital en vilo. Venegas, además, les dedica unas palabras a varias canciones, sobre todo a las de Los momentos: relata sus orígenes, da cuenta de sus musas y, así, hace que todo parezca más sencillo, tan propio y natural como su cotidianeidad.

Se toma un respiro frente al piano de cola, antes de comenzar sola con «Lento». El resto de la banda se le va uniendo, y la voz de Julieta se entrelaza mejor que nunca con la de Mariana Ruiz (coros, teclados y guitarra). El show se pone vibrante en la mitad, cuando Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur -a quienes Venegas presenta como sus «hermanos»- se suman para rapear en «Eres para mí». Un rato después, ya en un clima menos agitado, resuenan aires de vallenato («Un lugar») y de bolero («Los momentos», con letra inspirada en Borges). También, en temas como «Vuelve» y «Nada importante», hay señales de su recambio sonoro: un synthpop que no le desentonaría a Javiera Mena.

Su voz, en vivo, no padece alteraciones (y eso que dijo haberse agarrado una gripe). Todo le sale con un dejo de espontaneidad, sin forzar nada, incluso lo que fue planeado. Los últimos invitados llegan para tirar la casa por la ventana: Los Auténticos Decadentes, con Jorge Serrano al frente, invaden el escenario para hacer «No me importa el dinero» y «Andar conmigo». Difícil bajar luego de eso, pero Venegas y su banda lo logran con «Me voy» y «El presente», dos éxitos certificados con toques de ranchera. Dos horas y aún hay tiempo para bises: «Sin documentos» (el tema de Los Rodríguez en plan tropipop), «Algo está cambiando» (uno de los tantos hits que coescribió con Coti Sorokin) y «Esta vez» (una de sus primeras canciones, de las más raras e iluminadas, perfecta para despedirse como lo hizo: sola en el piano).

Por Santiago Delucchi

 

 

 

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